Inundada la era del topacio,
contracciones que da el frío
al infierno.
Jade labial que reproduce
el jocoso calor del cielo,
en sus lenguas de terciopelo.
Saliéndose el corazón de
sus catacumbas huesudas,
marfiladas, vitalicias.
Pisó el potro la arena
del cielo y se olvido
en sus años de loco
sendero.
Y la piedra que clama,
protesta en la arena
del cielo por su dosis
violetas de karma.
Fraguada la entrada de
Cautela. Hidalgos
que buscan el limbo
del cielo, clavan a diestra
y malicia cada ángel
en su ombligo.
traducidos al francés y al coreano.