No veo caminos hacia adelante
sólo laberintos sin fin pero innocuos
Se vuelve indescifrable esta edad
con conciencia pero sin inocencia
y tu memoria se hace cada vez más candente
y tu presencia más nítida
Ahora un "O Melancolía" de Silvio me visita
y aún no sé quien me puede amar
sin vos no estás aquí
Aún no existes, no sé si existes
pero ya te extraño
te he amado a tal punto que ahora
que la solitaria noche - la más solitaria de todas -
se encumbra,
te siento ya perdida
No sé si llegarás, pero te espero
no se si existís pero te vivo.
Mi conciencia que es solo ciencia
no me permitiría vivirte
día a día me habla y me recuerda lo inconveniente
que sos
yo le ignoro con certeza para que no me interrumpa
mi ilusión,
mi ilusión de desilusión
Hasta aquí llego hoy,
ya sueño con serpientes y despierto
te agradezco por existir, damicela,
y te espero en la próxima cita,
como un recuerdo o un anhelo,
pero siempre vos, mía.
Harold Ruíz y Vieda