Nota de amor o desamor a quien no existe
por Harold Ruíz y Vieda

  
Ni el claro de luna
ni la sonata Woldstein
me inhiben de recordarte
cuesta mucho no mirar hacia atrás
como se repasa el camino recorrido
cuando no se conoce la lumbre

No veo caminos hacia adelante
 sólo laberintos sin fin pero innocuos

Se vuelve indescifrable esta edad
con conciencia pero sin inocencia
y tu memoria se hace cada vez más candente
y tu presencia más nítida

Ahora un "O Melancolía" de Silvio me visita
y aún no sé quien me puede amar
sin vos no estás aquí

Aún no existes, no sé si existes
pero ya te extraño
te he amado a tal punto que ahora
que la solitaria noche - la más solitaria de todas -
se encumbra,
te siento ya perdida

No sé si llegarás, pero te espero
no se si existís pero te vivo.

Mi conciencia que es solo ciencia
no me permitiría vivirte
día a día me habla y me recuerda lo inconveniente
que sos
yo le ignoro con certeza para que no me interrumpa
mi ilusión,
mi ilusión de desilusión

Hasta aquí llego hoy,
ya sueño con serpientes y despierto
te agradezco por existir, damicela,
y te espero en la próxima cita,
como un recuerdo o un anhelo,
pero siempre vos, mía.

Harold Ruíz y Vieda