El juego infinito
por Walter Ranieri
 
Estamos destinados a jugar.
El juego en el que estamos, como cualquier otro, tiene reglas.
Obviamente, no las podemos conocer, debemos intuirlas, descubrirlas y sufrirlas.
Por ahora, dónde estamos, sólo somos las fichas del juego.
Después que los Jugadores tiran sus dados, nos empujan a hacer un movimiento.
Entonces, cuándo nos toca el turno de movernos de casillero, debemos hacerlo con cuidado, pensando, siempre pensando antes de actuar.
Tampoco se trata de ir siempre para adelante así porque sí.
Hay que cambiar, modificar, hacer un poco de lío. Para qué ?. Para que los Jugadores no se aburran. Sobre todo del que somos sus fichas.
Si ellos se aburren, simplemente nos sacan del juego.
Cómo?.
No te olvides que para ellos somos simples fichas, y como tales, podemos ser “comidas” por otro Jugador. Y, ni te imaginas que fácil es que te coman cuándo haces siempre lo mismo, te envuelves en una rutina, aburrida, insípeda, incolora, sin sentido.
Lo que te pido es que te muevas, que no te enfrasques en tu vida, que no te aburra vivir.
El tiempo que tenemos para jugar, es poco. Muy poco.
Piensa que movimiento harás cuándo te presenten los nuevos casilleros para que te muevas.
No creas que existe un solo casillero frente a ti. La cantidad de casilleros dónde puedes moverte las creas tú. Esa es la escencia del juego. Poder moverte libre y elegir tus pasos.
Nadie más que tú podrá salir de lo que te armes.
Nadie más que tú te salvará de que no te saquen.
El dolor que puedes tener, es duro, molesto, pesado.
Quizás el próximo paso que debas hacer es tratar de sacarte ése peso de encima.
Hazlo y no los aburras, sino, te sacarán del juego.
Yo podré darte alguna pista, podré mostrarte los casilleros que se te presenten, pero tú, solamente tú será el que dé ése paso. No se me permite acompañarte. Yo también soy una ficha. Quizás una especie de comodín, pero una ficha al fin.

Te preguntarás, para qué jugar ?.
Simplemente te digo que cuándo llegues a la meta, te convertirás en Jugador.
Ese es simplemente nuestra meta. Para eso es que estamos en el Juego.
Para estar encadenados a él.
Pero no cómo fichas, sino cómo Jugadores.
Pero no creas que es tán facil. Debemos pasar por varios tableros para ser un Jugador.
Existen escalas de tableros, cada uno más fácil que el otro.
Empiezas por el más difícil, y vas subiendo de nivel y cambiando de Jugador.
El  Jugador es quién te mueve, quién tira los dados por ti. Cada uno de nosotros tenemos uno, pero Ese tiene varias fichas para jugar. Tu Jugador, se enfrenta a otros, que son los que te sacan del juego cuándo los aburres, cuándo te acorralas, cuándo juegas mal en tus movimientos.
 

Hoy, existe una ficha que han sacado. Debemos saber cómo seguir en el juego sin ella. Cada ficha que comen, nos duele, más si estaba jugando en el mismo tablero que el de uno. Pero cada ficha que sacan, es simplemente porque les aburrió. Por eso, trata de no aburrirlos, sigue jugando, no frenes, no pares, no te muevas para atrás. A ellos no les gusta que te quedes mucho tiempo en un mismo casillero cómo estático. Debes moverte, pero siempre para adelante. Trata de sumarles puntos a tu Jugador. Si haces esto, El te recompesará de alguna forma. Quizás cuándo le toque moverte y tire el dado, te dé alguna pista de por dónde seguir, en agradecimiento de hacer bien Su juego frente a sus Adversarios.

Esto es cómo una cadena.
Si tú juegas bien y no te “comen”, tú creces.
Si tú creces, también crece tu Jugador.
A tu Jugador también lo premian.
Lo pasan a otro nivel de juego. A otro tablero más fácil de jugar.
Esto es al revés de lo que piensas.
Cada vez es más fácil.
Empiezas por lo difícil y terminas en lo fácil. En lo simple. En lo superior. Estando arriba de todo. De todos.

Debes seguir jugando, debes seguir moviéndote para adelante, debes seguir sumando puntos para tu Jugador.

El Juego, del cuál somos sus fichas, tiene un nombre.
Es un nombre que tú conoces pero nunca le prestaste atención.
Y lo juegas cada día. Aunque no quieras. Estás jugando.
El nombre del Juego es VIDA.

Walter Ranieri