En el eco ojival de mi transparencia
me diluyo en tu recuerdo...
Mis húmedos surcos navegables
afloran
en el intermitente canto de tus deseos.
Sumerges pistilos en mis labios abismales,
produciendo estertores capilares
me vuelvo tú cómplice
y convulsiona mi cuerpo en tu
lecho.
En tus manos soy mar incontenible,
anhelos horizontales,
hembra previsible ante la presencia
de innumerables goces.
Humedeces mis secretos escondidos.
Poro a poro se bañan mis fuegos seculares,
tiemblo, grito,
mareas sucesivas y salvajes
repertorio de conjunciones fulminantes.
Embates fragorosos,
¡gemidos al unísono!
pulsaciones incontrolables
del conjuro procreador multiplicante.
Descanso sobre tu piel ya sin quejas
despejada de la líquida sorpresa
en el devenir del tiempo,
tranquila,
serena,
iluminada.
Lina Zerón