No hemos sido patentadas,
ni traemos al nacer un instructivo,
somos más que hormonas y calores
más que pedazos de un hueso supernumerario,
o la confirmación del racismo en el mundo:
negros,
musulmanes,
mujeres…
Y los otros.
Somos más, mucho más que eso:
Mujer ojos…
Enigmáticos ciclones ,
transparentes ventanas,
sexto sentido en sus células vagando,
cuerpo que piensa con el alma,
alma que siente con el cuerpo,
ojos que miran por el corazón,
inteligencia desenfrenada.
Mujer femineidad, fortaleza, carácter,
luchadoras de la vida,
heroínas en un mundo de varones.
Mujer totalidad…
tormento que se consume en sí misma,
impredeciblemente es río, sombra,
caminos de fuego sobre nubes de agua,
catarata incontenible de emociones,
cadáveres de amores entretejidos en su alma,
tornasol de sensaciones,
órganos vitales cubiertos por piel de mujer,
corazón sin autopsia.
Y al final de cuentas…
vísceras expuestas en la memoria
de las manos un hombre.
Lina Zerón
(del libro ROSAS NEGRAS PARA UN ATAUD SIN CUERPO, 1999)